¿Cómo trabajamos?
Cada persona es distinta, así que para que el tratamiento psicológico
sea efectivo debe estar hecho medida de quien consulta.
Cada persona es distinta, así que para que el tratamiento psicológico
sea efectivo debe estar hecho medida de quien consulta.
En algunos momentos de nuestras vidas nos vemos con la necesidad de consultar con algún psicólogo clínico, con el objetivo de poder entender y superar nuestro malestar y sufrimiento.
Nuestro enfoque de trabajo es básicamente integrador, donde, mediante la información facilitada y nuestros recursos, realizamos una exploración emocional para poder entender los conflictos que surgen, tanto a nivel individual como con las personas que nos rodean.
El centro dispone de profesionales que abordan los diferentes problemas desde enfoques diversos:
Psicología Clínica
La psicología clínica es una especialidad de la psicología que aborda aspectos como:
- Depresión
- Estrés
- Angustia
- Ansiedad
- Trastornos de alimentación
- Problemas de comportamiento
- Maltrato
- Fobias
- Relaciones personales y familiares
- Duelo …
Gestalt
Se trata de una modalidad de terapia dentro de la Psicología Humanista en la que se une el trabajo en lo emocional, corporal y cognitivo entendiendo a la persona desde una perspectiva holística dentro de un proceso de constante transformación.
Facilita el desarrollo del potencial humano trabajando diferentes dificultades que afectan a las personas: bloqueos, desequilibrios duelos, ansiedad, estrés, conflictos en las relaciones de pareja, familiares y/o laborales, etc.
La terapia Gestalt se basa en:
- El aquí y ahora: vivir y sentir el presente, la realidad
- El darse cuenta: Ser consciente de lo que (me) pasa en cada momento.
- Ser responsable tanto de lo que uno es como de los propios pensamientos, sentimientos y acciones.
- La autorregulación organísmica confía en la capacidad del individuo de encontrar el propio equilibrio.
Dirigido a todas aquellas personas que quieran mejorar algún aspecto de su vida. Conocerse mejor, tomar conciencia de aquello que limita u obstaculiza la vida cotidiana y las relaciones personales, mejorar las relaciones de pareja, familiares, laborales, etc.
Psicoanálisis
Lo real en el psicoanálisis es el síntoma, aquello que constantemente importuna al sujeto, le impide llevar adelante lo que desea.
- Un sujeto quiere estudiar, realizar una actividad que le interesa… pero se le impone pensamientos contrarios a sus ideales que le llenan de culpa y angustia.
- Quiere dormir y le asalta el insomnio.
- Quisiera llevar a sus hijos al parque, pero la idea de que se van a matar le angustia tanto que… sus hijos se quedan en casa.
- Desea promocionarse profesionalmente, pero sus diverso padecimientos corporales: jaquecas, vértigos, vómitos… le impiden realizar su deseo.
- Quisiera formalizar su relación de pareja… peros es tanta la angustia…
- Desea ser amada, deseada. Sabe que a su chico le gusta que esté delgada; pero le dan ataques bulímicos.
El síntoma está ahí como un estorbo, un impedimento respecto a lo que desea. En definitiva, el síntoma le hace incapaz o le dificulta gravemente el “gozar, amar y trabajar”.
El sujeto considera el síntoma como algo extraño a él, es algo que se le impone en su cuerpo, en su pensamiento o en sus actos; sólo sabe que le hace sufrir y que las soluciones que había encontrado, ahora no le sirven.
¿Por qué considera el síntoma como algo extraño?
Porque hay pensamientos inconscientes que determinan el síntoma. Por eso, el concepto fundamental de la clínica psicoanalítica es el INCONSCIENTE, junto con la transferencia, la repetición y la pulsión; pero éstos dependen del INCONSCIENTE.
La verdad es que cada sujeto construye su síntoma como un intento de solución.
- ¿Por qué inventó ese síntoma y no otro?
- ¿Para qué le sirve?
- ¿En qué momento de su vida?
Todo esto, para el sujeto es inconsciente. Sólo sabe que tiene eso y no lo soporta.
La labor del psicoanalista es ayudar al que sufre a responder a estas preguntas, a hacer hablar al síntoma y a que el sujeto encuentre que tiene algo que ver con él.
Así podrá encontrar la vía de su deseo. Y para ello sólo tenemos un medio:
LA PALABRA:
¿Por medio de un simple conversación puede conseguirse algún resultado?” (S. Freud).
Si las palabras carecieran de poder no nos resultaría difícil tomar la palabra, no contaríamos hasta 10 antes de hablar, no nos quedaríamos en blanco, no mentiríamos y auto engañaríamos, no guardaríamos secretos, no nos contaríamos novelas rosa y poemas épicos sobre nuestra historia familiar. En fin, si las palabras carecieran de importancia…
- ¿Por qué la represión?
- ¿Por qué la negación?
- ¿Por qué cortar los nexos causales entre diferentes acontecimientos de nuestra vida?
De ahí que la novedad que introduce Freud, es no descalificar lo dicho por el analizante, sino darle la palabra. Lo dicho por el sujeto es fundamental.